El Partido Popular de La Vila tiene como lema de campaña “sentido común” pero parece ser, a la vista de los hechos, que el lema se queda en palabras que se lleva el viento. De no ser así, no se explica como ha ocurrido que, una vez rehabilitadas las antiguas escuelas de la Ermita con una inversión de 600.000 euros provenientes del Plan E del Gobierno de España, y tras anunciar a bombo y platillo que la Ermita iba a contar con un centro de consultas médicas “para uso y disfrute de los vecinos de un barrio muy querido por todos nosotros” según el alcalde Jaime Lloret. Sin embargo, no parece que el alcalde sea capaz de transmitir ese “cariño” a la hora de reclamar a sus compañeros del Consell y se limita a bajar la cabeza y asentir con lo que le dicen sus jefes.
Una vez más, el PP de La Vila vende la leche sin tener la vaca y, como ya ha ocurrido con anterioridad, dice una cosa para que después la realidad les lleve la contraria. Así, son numerosos los ejemplos en que quisieron engañar a los vecinos con humo, como en el caso del centro de salud Almásera de Tonda que se quiso hacer pasar por el centro de especialidades que reclamaban los vecinos de La Vila y que al final se quedó en un ambulatorio más, o el caso de los locales del ambulatorio de La Cala habilitados en un local privado por el que el ayuntamiento tiene que pagar alquiler mensualmente y que fueron los propios trabajadores, con fondos municipales del consistorio, los que tuvieron que realizar las obras de adecuación.