viernes, 13 de noviembre de 2009

CONVOCAN LAS COMISIONES INFORMATIVAS SIN LA DOCUMENTACIÓN NECESARIA E IMPRESCINDIBLE PARA EL DEBATE

“¿Qué sentido tiene convocar una comisión informativa cuando los miembros de la misma no disponen de la documentación necesaria para estudiar los puntos del orden del día?”, han denunciado esta mañana al unísono todos los grupos presentes en las mismas.

Para Gaspar Lloret, el PP y el tránsfuga Melero nos han demostrado que para ellos toda esta documentación es superflua ya que ellos ni abrían los expedientes ni estudiaban documento alguno para los plenos, cuando estaban los primeros en la oposición y el otro en expectativa de destino (esto es, esperando a que le llegaran ofertas para poder colocar a su mujer como asesora en el Ayuntamiento). Ahora se ha demostrado claramente porqué los plenos duraban entonces menos de 45 minutos: simplemente porque la política para estos es un medio de vida y no un fin de servicio.
En este contexto se ha empezado con mucha tensión una comisión donde se debatían temas tan importantes como el PP-1 La Cala-Atalaies. La oposición ha pedido dejar sobre la mesa el punto para mejor estudio. El presidente de la comisión Marcos Zaragoza no ha considerado la propuesta e incluso quería pasar directamente al tema para evitar que se votara su no inclusión en el orden del día. Por primera vez el concejal de urbanismo no preside esta comisión, llegándose a la contradicción de que el presidente de la misma no es quien marca el orden del día. Con lo tirantes que están las relaciones entre Jerónimo Lloret y Marcos Zaragoza no extraña la descoordinación entre ambos a la hora de seguir unos criterios válidos para llevar a cabo una comisión de forma armónica.

Gaspar Lloret ha afirmado durante la comisión que, de persistir el PP en estas triquiñuelas, dejarían de asistir a las comisiones como muestra de disconformidad a las formas que está empleando este grupo de intereses dispares que tan mal dirigen nuestro pueblo.

Los socialistas consideramos que el oscurantismo y terror que de nuevo se ha introducido dentro de los despachos del Ayuntamiento no es digno de una democracia europea y sí de una república bananera.