- La empresa que ejecuta los proyectos destapa la existencia de una bolsa de aguas fecales en la calle Barranquet.
La empresa que realiza las obras de urbanización de las calles Pizarro y Barranquet de La Vila, filial de Lubasa, citada en el sumario del Caso Gürtel, pidió en septiembre una prórroga para terminar los trabajos, aun cuando éstos tenían que haber terminado en septiembre y agosto respectivamente. Las justificaciones que alega al Ayuntamiento para alargar las obras, muchas en contradicción con el pliego de condiciones por el que accedió a la contratación, podrían suponer un incremento de los costes iniciales de los proyectos, promovidos por el Ayuntamiento, y financiados al cien por cien por el Gobierno Central a través del Plan E. Además, en alguna de esas alegaciones destapan las deficiencias en el mantenimiento del alcantarillado público o la inexistencia del mismo, “como es el caso de la calle Barranquet, donde se ha encontrado una bolsa de aguas fecales al no estar conectadas las instalaciones del juzgado con el alcantarillado”. Así lo denunció ayer el Grupo Municipal Socialista, tras acceder a parte de la documentación referente a las obras, solicitada por otro motivo: conocer el número real de trabajadores que operan en las mismas. Un dato que todavía desconoce y por el que ha presentado Acto presunto al Gobierno local.
El concejal del PSPV-PSOE, José Ramón Arribas, explicó que “toda la información fue solicitada tras recibir quejas vecinales sobre la lentitud de las obras, que atribuían a los pocos trabajadores que veían. No sabemos cuántos trabajaban realmente, pero sí que la empresa Becsa, filial de Lubasa, ha pedido una prórroga de los plazos previstos para finalizar los proyectos, ya demorados”. Según la documentación, la adjudicación definitiva a Becsa de la urbanización de la calle Pizarro fue el 7 de abril, teniendo 15 días hábiles desde esa fecha para empezar las obras, que habrían de acabar el 24 de septiembre. Lo mismo ocurre con la calle Barranquet, aunque ésta debía haberse acabado el 24 de agosto. Ampliar el plazo en uno y dos meses respectivamente, como pide, supondría, para Arribas, “un claro agravio comparativo con las otras mercantiles que concurrieron al concurso, ya que Becsa se hizo con la contratación, entre otras condiciones, por rebajar los plazos”.
Según el edil, entre las alegaciones destapan “una deficiente planificación de las obras por desconocer la mala situación de las conducciones y del terreno, que ahora exigen excavar más de lo previsto. Una acción que, llevando el visto bueno del director de obra, implicaría un aumento del coste de la misma”. En este sentido, el socialista no entiende cómo este director, redactor también del proyecto, y que debía defender los intereses del Ayuntamiento, ha dado su conformidad a la solicitud de la empresa de ampliar de plazos, “ya que uno de los argumentos de la misma, alude que se debe excavar el doble de lo previsto, por lo que el director de obras, contratado por el ayuntamiento y que debe defender los intereses del ayuntamiento, con este visto bueno, está posibilitando que el siguiente paso por parte de la empresa sea presentar un contradictorio o modificado al alza del presupuesto, es decir, aumentar el coste de la obra, tal como lo recoge el pliego de condiciones técnicas, que el señor Antonio Paton conoce al ser autor”.
Otra cuestión alude al retraso de la “mala calidad que rellena la calle Barranquet”, cuestión que el socialista pregunta por qué era desconocida por la empresa, y que si es que no lo sabía al redactar el proyecto.
Al encontrar servicios y servidumbres que desconocían, ¿cómo es que lo desconocían?, ¿no hicieron los estudios pertinentes?.
El pliego de condiciones técnicas dice que si hubiera que hacer un exceso de excavación lo tendría que asumir la empresa, salvo que la dirección facultativa le dé el visto bueno a dicha actuación.
El pliego de condiciones técnicas dice que si hubiera que hacer un exceso de excavación lo tendría que asumir la empresa, salvo que la dirección facultativa le dé el visto bueno a dicha actuación.
Por otra parte, entre las alegaciones del retraso en Pizarro, alegan que es por culpa de Aguagest, que retrasó en 3 semanas la instalación de la red de agua potable.
Es extraño el hecho de querer justificar con Aquagest el atraso ya que desde el 15 de enero la dirección facultativa ya se puso en contacto con la empresa, como consta por registro de entrada, referente a las acometidas y puntos de conexiones.