miércoles, 22 de diciembre de 2010

Jaime Lloret se gasta 60.000 euros en adornar ocho calle, lo mismo que ha costado la iluminación de 28 calles en la ciudad de Benidorm

El Grupo Municipal Socialista ha tenido noticias de fuentes municipales de que la concejala de Fiestas Charo Escrig cerró el acuerdo con la empresa que ha efectuado la instalación de las luces navideñas, abriéndose por ello un fuerte enfrentamiento con el tránsfuga Melero, el cual tuvo que tragar con las malas maneras de la concejala Escrig que zanjó la discusión con un portazo, dejándole con la palabra en la boca.

La citada iluminación nos cuesta a los vileros la cantidad de 60.000 euros fundamentada en la petición de los comerciantes que solicitaron el engalanado de las calles, según palabras de Escrig, pero lo que tienen que saber los comerciantes y ciudadanos vileros es que, en la vecina localidad de Benidorm, el gasto ha sido el mismo, es decir, 60.000 euros por engalanar 28 calles y avenidas.

Desde el Grupo Municipal Socialista exigimos una explicación pública al alcalde tránsfuga sobre la gestión de su concejala que, amparada en el capricho, no ha tenido tiempo durante todo un año para pedir precios y hacer comparativas con otros municipios.

El desgobierno local de los okupas del Ayuntamiento de la Vila nos está costando muy caro, no sólo por los enfrentamientos continuos entre las concejalías, si no también porque la Vila ha tocado fondo con este desgobierno de intereses, alejado de los ciudadanos y centrado en los favoritismos.

Para la concejala socialista Isabel Perona, “A lo que ya declaré en su momento sobre la poca imaginación y gusto en la elección de los adornos, tengo ahora que añadir que, después de los últimos datos conocidos, esta concejala debe darnos una explicación de porqué ocho calles cuestan la misma cantidad que veintiocho.”

Isabel continúa diciendo que “en el último pleno, Escrig dijo que el árbol de Navidad había sido regalado por la empresa gracias a su gestión, poniéndose una medalla delante de todos los corporativos. Lo que no dijo Escrig es que el árbol nos cuesta 43.000 euros ya que, de unos simples cálculos podemos afirmar que, comparando el número de calles adornadas en la ciudad vecina, en nuestro pueblo nos debería haber costado 17.000 euros, la diferencia debe ser el árbol “regalado“. Por ello, ruego al alcalde que pida a su concejala se abstenga ante esos regalos”.

Para el grupo municipal socialista el modo y las formas de Escrig no son ninguna sorpresa. Un repaso a la hemeroteca sería suficiente para darnos cuenta que Escrig siempre choca contra sus planes de choque.